Camila Belen Gonzalez
“La vincha celeste”

Ella es Raquel, una niña normal. Pero el día de hoy no será normal para ella, ya que en este día, Raquel comenzará la escuela primaria.
Que emoción que cargaba, imaginando como serían sus nuevos compañeros, sus nuevos maestros, su nueva escuela, que de seguro no sería como la última sala del Jardín.
Se acercaba la hora, por eso su mamá la peinó dejándole un lindo flequillo y para completar el peinado, le agregó una vincha especial, una vincha hermosa color celeste.
Ya peinada, con su guardapolvo impecable y unas ansias que la desbordaban, Raquel salió con su mamá derechito para su nueva escuela. Todo parecía muy normal, para ser el primer día.
Había muchos chicos amontonados esperando que el timbre toque para entrar, por eso Raquel y su mamá tuvieron que pedir permiso para pasar entre tanta gente… Mientras pasaban entre la muchedumbre, Raquel escuchaba murmullos y sentía que la miraban.
Que nervios!… ¿Se habrán enterado que ese era su primer día? ¿Se habrán enterado que era nueva en la escuela? Muchas preguntas se le cruzaron por la cabeza en ese momento: ¿será que mi guardapolvo está arrugado? ¿Será que mi mochila se rompió de camino a la escuela?
Raquel podía sentir la mirada de los chicos y de los padres puesta sobre ella. Pensó y pensó que estaría pasando o que había hecho para llevarse tantas miradas y murmullos.
El murmullo siguió por unos minutos y la única frase que entendió entre tanto “shiki shiki shiki” fue “es especial”… y allí comprendió todo.
La mamá pone su mano sobre el hombro de Raquel y le dice: – no te apenes hijita, aquí todos son especiales, ninguno de estos chicos ni mucho menos sus padres tienen algo de normal. Mirá alrededor, son todos diferentes, así que no te pongas triste.
Raquel miró a su alrededor y se dio cuenta que su mamá tenía razón, había chicos gordos y flacos, rubios y morochos, altos y bajos… En ese momento toca el timbre, Raquel despide con un beso a su mamá, toma su silla de ruedas y sube solita a la rampa para entrar a su nueva escuela. Raquel mientras sube piensa…. ¿tanto murmullo por mi vincha especial?
Acerca del autor
Elías, carnicero de profesión, hace dos años pierde su mano derecha en un accidente de trabajo. En ese momento sintió sufrimiento generado por la impotencia y la incertidumbre de no saber cómo continuaría su vida; buscó centrarse en alguna actividad que despejara su mente y se dispuso a estudiar en el profesorado de primaria, el cual luego de dos años de cursada debió abandonar por motivos económicos. Durante estos años no le resultó difícil aceptarse con sus limitaciones, es más para cada una de ellas encontraba una solución. Pero eso no se reflejaba en la mirada de los “otros”, que no lo creían capaz de realizar las actividades que hoy realiza a diario. “Eso es algo que tenemos en común todas las personas con discapacidad. Mucha gente nos mira con pena, con lástima y muchas otras, sobre todo nuestras familias, nos sobreprotegen limitándonos aún más, o quizás incapacitándonos más”. Con el fin de visibilizar la problemática, Elías inicia un proyecto literario. “La vincha celeste” es uno de los cuentos que integra esta colección.
Ilustrado By Manu
Quién a esta altura no conoce a Manu? Manu es un apasionado por el dibujo y nosotros admiramos su arte.
18/6
-María, te paso un cuento breve que me llegó a la revista, te parece que Manu sea quien lo ilustre?
-Hola Vero! Qué bueno! Manu cuesta a pedido (emoji de duda), pero mandámelo y lo intentamos, dale???
-Buenísimo! Sin compromiso! Qué lo disfrute sino ningún problema!
23/6
-Vero, ya están listos!
-Le gustó a Manu?
-Siiiiiii. Por primera vez se copó!